1 de junio de 2011

Trabas del amor

-¿No le estalla la cabeza? ¡Yo me zambullo!
                                                                                                           
Italo Calvino, Los amores difíciles
                                                                                                                                
Me volví travesti casi sin darme cuenta. Primero fueron fiestas de disfraces, después pelucas y polleras, y al fin la maestría del maquillaje. Todo con la frente alta sin quitarme el bigote, lo que desconcierta bastante y me lleva a relacionarme siempre con freakitos. Porque el amante del travesti, cuando elige estar con un hombre que se viste de mujer y no cuando se enamora de la persona -cuando lo que busca es una mujer con verga-, suele tener un perfil retorcido. Por el contrario, el tipo que se enamora de la persona se vista de hombre o mujer, que se enamora de los gestos y hábitos, es un tipo con huevos. El caso de Eliana, la psicóloga, es distinto a todo eso.                                                                                         
Conocí a Eliana en las reuniones de Alcohólicos Anónimos, donde nos vemos dos veces por semana, hace tres meses, para cumplir con la probation que me puso el juzgado por manejar borracho y chocar a una mina.
Carina, la chocada, se fracturó la pierna en tres y tuvo un desplazamiento de cadera por el que le dijeron que podía volverse renga, aunque por suerte después de la rehabilitación quedó perfecta, y el seguro le pagó una suma con la que se compró una casa. Puso un almacén que atiende por la ventana y cada vez que la visito me agradece que la haya pisado.
En las reuniones Eliana nos dice que tomar es lindo, que nos comprende, que no es fácil dejar algo que nos hace tanto bien. Mis compañeros dicen me llamo Teresa y hace una semana que no tomo, me llamo Juan y hace dos días que no tomo, me llamo Claudia y hace un día que no tomo. Nadie llega al mes, porque somos un grupo obligado por la probation y no tenemos ganas de dejar de tomar ¿Yo? ¡Qué problemas! ¡Problema es quedar cuadriplégico!
Eliana se pone atenta cuando digo me llamo Alexis y hace unas horas que no tomo, vendo merca, de la mejor que se pueda conseguir, de la que no te deja despierto moviendo la mandíbula, la que te pega bien, alita de mosca, la que te abre la cabeza. Yo vendo de la buena.
Eliana me coge con la mirada y cuando salimos me dice que quiere tomar, que le gusto, que me ama, que para ella soy mujer y que sólo puede enamorarse de mujeres. Y que encima de ser mujer tengo la pija que tanto le gusta y que le falta a las mujeres. Así que esa noche tomamos y cogemos y somos una torta y un travesti y dos hombres y cuatro tetas y dos mujeres de mil lenguas. Somos todo lo que podemos ser.
Pero hoy no me contesta. No contesta el mensaje porque no le llegó. O lo contestó y no me llega. No contesta el mensaje porque es mi psicóloga y no me quiere ver. Quiero llorar. No contesta porque está con otro. No contesta porque me quiere y no sabe qué hacer con lo que le pasa. ¿Me quiere a mí o a la bolsa? Tendría que haber llamado en vez de mandar un mensaje, porque ahora no puedo llamar ¿Qué voy a decir?  ¿Por qué mierda no contesta? Necesito que me conteste. Juro que me conformo con un no.

Máximo Rodríguez

5 comentarios:

  1. ¡Carajo!
    PFF!
    PFF!

    f a s c i n a n t e

    ResponderEliminar
  2. Creo que en pocas líneas lográs mostrar otros amores posibles y el dolor común que todos experimentamos al no ser correspondidos.
    Te felicito
    Graciela B

    ResponderEliminar
  3. Buenísimo. Este es el que más me gustó a mí. Felicitaciones, Máximo.

    ResponderEliminar
  4. Mis saludos, abrazos, besos, letras. Un gusto!

    ResponderEliminar
  5. También pueden visitarme en letrasalfilo.blogspot.com, Ssss!

    ResponderEliminar